El objetivo de estos proyectos es lograr una
división de los territorios de venta
de la empresa que minimice los recursos empleados para su explotación y maximice el rendimiento de los mismos.
Se considera óptima una territorialización en la que cada área tiene una forma compacta y más bien redondeada, es decir, donde hay la mínima dispersión posible de los lugares a gestionar y dónde no quedan huecos en medio de una zona; dónde hay un potencial de ventas similar en cada área y dónde hay una carga de trabajo equilibrada en cada parte.
Se considera óptima una territorialización en la que cada área tiene una forma compacta y más bien redondeada, es decir, donde hay la mínima dispersión posible de los lugares a gestionar y dónde no quedan huecos en medio de una zona; dónde hay un potencial de ventas similar en cada área y dónde hay una carga de trabajo equilibrada en cada parte.